Cosmovisión del tiempo y el espacio Maya

Cosmovisión del tiempo y el espacio Maya

Si pusiéramos oídos a las tradiciones antiguas encontraríamos todas las respuestas a nuestras preguntas, los que vinieron de las estrellas nos dejaron no solo un conocimiento si no también un camino ya trazado que nos lleva en un viaje a nuestro interior donde nos encontramos con esa memoria universal que traemos de las experiencias aprendidas en el camino de nuestras vidas, nos enseña lo que somos, haciéndonos personas reales, sencillas, donde pretender no existe, porque somos parte del viento, del agua, del fuego y sobre todo de la tierra, sintiendo esto ya nunca seremos los que fuimos, cuando tus ojos ven con el corazón de tu espíritu encuentras el camino a tu ser. Esta sabiduría nos acerca al amor incondicional ya que somos parte de él. Cuantas veces recorrí el camino de los demás tratando de encontrar una dirección, muchas veces. Mientras no supe quien era, trate de ser lo que los demás decían de mi, encontré pretensiones, mentiras, engaños, tristeza, confusión y miedo a mi alrededor, comprendí que cada pájaro canta su propia canción sin imitar la de otra ave, fue ahí donde escuche por primera vez la melodía completa en la que los diferentes cantos se entrelazan uno al otro suavemente, aprendí a cantar y caminar a mi propio ritmo, poco a poco sus notas se unían a las mías haciéndose una sola. Inicie el viaje a mi interior con una visión diferente, como si todo lo viera por primera vez, encontré lugares hermosos llenos de colores y frescura, pero también cuevas obscuras, que por que estuvieran ahí no tenia necesariamente que entrar si no estaba preparada, podía solo ser consciente en ese momento de su existencia, ya entraría después; cuantas veces sin necesidad ni preparación nos adentramos en las cuevas de las pasiones, los celos, los miedos, inseguridades, prejuicios, envidias, cuantas veces y luego no encontramos la salida. Tome conciencia que debía recorrer cada cueva una a la vez, me prepare, tome una antorcha, deje señales en el camino para encontrar la salida, después de recorrerla, sin darme cuenta esta afuera, ahora sé que no me perderé adentro porque ya la conozco, forma parte de mi.